Bates Motel es una serie de terror-suspense emitida entre 2013 y 2017 durante cinco trepidantes temporadas. Desarrollada por Carlton Cuse (Lost), se trata de una precuela/remake de la famosa película Psicosis de Hitchcock.
Con Freddie Highmore como Norman y Vera Farmiga como Norma (la doble N seriéfila), se forma uno de los mejores tándems televisivos de la historia.
La idea es sencilla un Norman Bates adolescente y su madre comienzan a regentar un viejo motel en un pueblo. Sin embargo, la relación madre-hijo no es tan sana como cabe esperar. La vida no les ha sido sencilla, han pasado por muchos momentos dolorosos (secretos al comienzo), y son lo único que tienen para seguir adelante. Sin embargo, su llegada al pueblo no será tan tranquila como esperaban, ni su vida tan idílica como creen, pues el pasado siempre vuelve.
A lo largo de las temporadas se descubren los entresijos que tapan esa relación, secretos y crímenes que asolan el pueblo, todo ello acompañado de un ambiente desquiciante y una gloriosa banda sonora que te hará quedar pegado a la pantalla y gritar al final de cada capítulo: ¿PERO QUÉ DEMONIOS...?
Acompañados de secundarios no tan conocidos, encontramos a Nestor Carbonell (Lost) haciendo de sheriff honrado de pueblo y a Ryan Hurst (Sons of Anarchy), misterioso personaje que hace su primera aparición en la tercera temporada.
Bates Motel no trata sobre la locura de Norman Bates o sus crímenes. Bates Motel explora la psicología humana hasta un punto doloroso, te acerca a los personajes para, sin previo aviso, sentir cierto grado de pena por un asesino en serie como es el protagonista, o incluso comprendiendo los impulsos controladores y obsesivos de la pobre Norma.
*Aviso a puristas cinéfilos*: si esperáis encontrar en Bates Motel una fiel réplica de Psicosis, daos la vuelta sin mirar atrás.
Lo mejor: la actuación de Freddie Highmore, atrás queda su imagen infantil de Charlie en la Fábrica de Chocolate, y la gran Vera Farmiga, siempre sublime.
Lo peor: le cuesta un poco pillar el ritmo al principio, pero acabas enganchado sin darte cuenta.
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